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    Contexto Internacional


                                                                                                                                   Reyna Vergara González
    Pablo Mejía Reyes
    Marlen Rocío Reyes Hernández

     

    El crecimiento del PIB durante el cuarto trimestre de 2024 estuvo impulsado principalmente por el aumento constante del consumo privado desde el primer trimestre del año (hasta 3.2% a tasa anual) –especialmente de bienes durables (5.7% anual), a pesar del todavía relativamente elevado nivel de la inflación– y por el gasto del gobierno (3.1%) –tanto el del gobierno federal (4.2%) como el de defensa (5.5%)–. En contraste, la inversión privada mantuvo la desaceleración iniciada desde el tercer trimestre de 2024 (con tasas de 5.7% y 3.6%, respectivamente) –explicada por la reducción de existencias y de inversión en estructuras (0.6%)–, y de las exportaciones (2.9%), especialmente de bienes (1.9%) (BEA, 2025; Cox, 2025; Panday et al., 2025). Interesantemente, las importaciones alcanzaron la tasa anualizada más alta, con 5.2%, aunque también se ve una ligera desaceleración.

    El mercado laboral, como consecuencia, ha mostrado un limitado debilitamiento. Como se observa en la gráfica 2, el ritmo de generación de empleo no agrícola se ha estancado en los últimos meses después de un largo periodo de desaceleración iniciado a principios de 2022. Similarmente, la tasa de desempleo ha seguido creciendo desde el segundo trimestre de 2023, cuando alcanzó un mínimo de 3.4%, desde donde escaló para llegar a 4.1% en diciembre de 2024. Estas cifras reflejan un mercado laboral estadounidense todavía bastante robusto, pero con una tendencia declinante.

    Un dato que llama la atención es el incremento en los principales tipos de crédito a pesar de los altos niveles del costo del dinero. En particular, el crédito al consumo muestra tasas de crecimiento anuales por arriba de sus valores prepandemia (ver gráfica 3). En el último mes del 2024 los créditos al consumo y a las empresas aumentaron entre 13.7% y 9.4%, respectivamente, en tanto que el crédito a la vivienda, que ha mantenido un ritmo más estable, tuvo un crecimiento anual de 3.0%.

    Centro de Investigación en Ciencias Económicas CICE 

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