Durante el primer trimestre de 2025, en México prevaleció la debilidad económica registrada desde finales de 2023, la cual se vio reflejada en la atonía de la actividad industrial y la pérdida de dinamismo de los servicios. En este contexto, durante el primer trimestre de 2025 el Indicador Trimestral de la Actividad Económica (ITAEE) del Estado de México presentó una variación anual de 0.59% anual con cifras desestacionalizadas; por otro lado, el PIB nacional tuvo una variación de 0.66%.

 

Con cifras anualizadas, el comportamiento de los sectores económicos del Estado de México mostró diferencias en su dinamismo. El sector primario registró un crecimiento de 6.06%; las actividades secundarias se recuperaron con respecto al trimestre anterior, crecieron 1.74%, mientras que el sector terciario tuvo el menor crecimiento, de 1.45%, como se ilustra en la gráfica 10.

 

En tanto que, en el panorama sobre la evolución económica de las entidades federativas del país se puede observar que 24 de las 32 entidades federativas mostraron tasas de crecimiento positivas en comparación con el mismo trimestre del año anterior. Siendo los estados de Guerrero [1], Oaxaca [2], Nayarit [3], Baja California Sur [4] y Zacatecas [5] las cinco entidades que reportaron los crecimientos más significativos, como se puede observar en la gráfica 11 panel b.

 

[1] Este avance económico fue resultado de una estrategia estatal enfocada en mejorar la infraestructura; la reactivación del turismo como resultado de una mayor afluencia de visitantes domésticos, derivado de la reapertura de tramos carreteros; el fortalecimiento del comercio y los servicios; la confianza del sector privado (Gobierno de Guerrero, 2025; EL ECONOMISTA, 2025). Así como un crecimiento en la producción de cobre, atribuido a mejoras en recuperación metalúrgica (Banxico, 2025).
[2] Oaxaca se consolidó como “la locomotora industrial de México”, al ser la entidad que registró un crecimiento de 12.5 puntos porcentuales más en comparación con el mismo periodo de 2024. Alberga una obra de ampliación aeroportuaria en Puerto Escondido, así como una mayor conectividad carretera con sus destinos de playa (Gobierno de Oaxaca, 2025; EL ECONOMISTA, 2025). También asociado con una mayor continuidad operativa de las refinerías en Salina Cruz (Banxico, 2025).
[3] La entidad recibió un impulso en el sector secundario con la ampliación aeroportuaria en Tepic, así como una mayor conectividad carretera con sus destinos de playa (EL ECONOMISTA,2025).
[4] Se dio un fortalecimiento del segmento residencial en Aguascalientes y Baja California Sur, impulsado por compradores extranjeros. También hubo un aumento en las exportaciones de bebidas como tequila y mezcal, debido a un adelanto de compras por parte de los importadores estadounidenses. Por otro lado, la depreciación acumulada del peso frente al dólar elevó los ingresos en pesos obtenidos por la actividad turística en la región, lo que favoreció la actividad comercial. Este mismo dinamismo del turismo favoreció las ventas de proveedores de productos textiles y de muebles para los hoteles y restaurantes. Además, ante la escasez de mano de obra en la región, las ventas de maquinaria para la automatización de procesos en los sectores agropecuario y manufacturero experimentaron un repunte (Banxico, 2025).
[5] En Zacatecas el sector primario reportó una variación anual de 23.0%, lo cual evidencia la recuperación y fortalecimiento del campo. Esto siendo posible por los programas de apoyo directo al productor, la tecnificación de riego y el acompañamiento del Gobierno Estatal (Gobierno de Zacatecas, 2025). Además, algunas minas de registraron avances operativos derivados de la incorporación de escáneres en tiempo real y mejoras en procesos, lo que permitió aprovechar mayores concentraciones de mineral, reducir costos y alcanzar niveles récord de producción. Tras un periodo prolongado de espera, se otorgaron permisos ambientales clave, particularmente para plantas de procesamiento de residuos minerales, lo que permitió 

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